En nuestro planeta, donde sus recursos naturales han ofrecido "siempre" satisfacer las necesidades del hombre, corregir sus errores y resolver sus problemas no es suficiente la pobreza, discriminación, marginación, explotación laboral, social y sexual, el sida, cáncer, terrorismo, la guerra, etc., sino que falta LA CRISIS MUNDIAL.
Nos hablan de Dios, de manera que necesitamos de Su existencia por nuestra condición humilde para aspirar, aunque sea no en esta vida, sino en la próxima, a vivir con justicia; así que sin Dios no hay justicia, pero que tal si invertimos las premisas: sin justicia no hay Dios; la primera afirmación sugiere que la existencia de Dios garantiza la justicia pero en la segunda el tiempo determina lo demás. según La Palabra el mundo es gobernado por El Enemigo puesto que ha adquirido la forma del hombre, también habla de los medios que utiliza para alejarnos de Dios; en el mundo actual encontramos que el medio común es siempre el dinero, el dinero compra, paga, da, el dinero se necesita, falta, la falta de dinero quita, el dinero gobierna. Nuestro mundo es basado, construido y orientado por un sistema capitalista, en donde entran en juego la parte física del hombre como la moral, lo que se ve y lo que no, quedando vulnerable a acciones inaceptables y casi siempre ilegales en lo visible.
Una gran suma de dinero garantiza el poder, el poder provoca en el hombre, saturado de información no confirmada, tentaciones, publicidad, sumando vivencias, principios, herencias, fobias y genes, una experiencia narcótica, dejando casi siempre el deseo de continuar o revivir la experiencia, y como cualquier adicto, actúa fuera de sí de manera que todo lo acumulado en materia de valores, moral y fe, hasta el momento narcótico del poder más que determinar si habrá corrupción o no, determina el grado de corrupción y los medios para prolongar el efecto. En definitiva el dinero da poder y el poder corrompe creas en Dios o no.
La globalización inescrupulosa dirigida por las grandes corporaciones o “dueños del mundo”, han provocado un colapso al sistema, aquel que les ayudo y que utilizaron para construir su imperio se convierte hoy en su verdugo, y por un momento pienso que la justicia llegara, pero es tanta su ventaja, que nuevamente somos los afectados y responsables volviendo al principio.
Cada día es mas difícil alimentarnos, vestirnos, educarnos, transportarnos, perdemos nuestras casas, ahorros, nuestros empleos, nuestra salud y ellos solo pierden la posibilidad de enriquecerse más. Multinacionales reducen personal debido a perdidas, que mas que perdidas es ganancia no lograda, alegan que sus productos no están siendo consumidos sosteniblemente, pregunto: crees tú que ellos compran sus propios productos?; queda claro pues que te despiden porque no estás comprando lo que te pagan por fabricar. Se me hace pues que esta CRISIS MUNDIAL es el resultado de la globalización inescrupulosa sumado al temor de los “dueños del mundo” de padecer lo que nosotros.
Entonces nos es casi obligatorio y por conveniencia (debido a las crisis) creer en la existencia de Dios y esperar Su justicia. Solo espero que esperando no me toque padecer también una CRISIS SOCIAL o una CRISIS DE SALUD, pero me estoy preparando.
Por: Roberto De Los Ríos (Latin Fresh)
wakabino@hotmail.com
Nos hablan de Dios, de manera que necesitamos de Su existencia por nuestra condición humilde para aspirar, aunque sea no en esta vida, sino en la próxima, a vivir con justicia; así que sin Dios no hay justicia, pero que tal si invertimos las premisas: sin justicia no hay Dios; la primera afirmación sugiere que la existencia de Dios garantiza la justicia pero en la segunda el tiempo determina lo demás. según La Palabra el mundo es gobernado por El Enemigo puesto que ha adquirido la forma del hombre, también habla de los medios que utiliza para alejarnos de Dios; en el mundo actual encontramos que el medio común es siempre el dinero, el dinero compra, paga, da, el dinero se necesita, falta, la falta de dinero quita, el dinero gobierna. Nuestro mundo es basado, construido y orientado por un sistema capitalista, en donde entran en juego la parte física del hombre como la moral, lo que se ve y lo que no, quedando vulnerable a acciones inaceptables y casi siempre ilegales en lo visible.
Una gran suma de dinero garantiza el poder, el poder provoca en el hombre, saturado de información no confirmada, tentaciones, publicidad, sumando vivencias, principios, herencias, fobias y genes, una experiencia narcótica, dejando casi siempre el deseo de continuar o revivir la experiencia, y como cualquier adicto, actúa fuera de sí de manera que todo lo acumulado en materia de valores, moral y fe, hasta el momento narcótico del poder más que determinar si habrá corrupción o no, determina el grado de corrupción y los medios para prolongar el efecto. En definitiva el dinero da poder y el poder corrompe creas en Dios o no.
La globalización inescrupulosa dirigida por las grandes corporaciones o “dueños del mundo”, han provocado un colapso al sistema, aquel que les ayudo y que utilizaron para construir su imperio se convierte hoy en su verdugo, y por un momento pienso que la justicia llegara, pero es tanta su ventaja, que nuevamente somos los afectados y responsables volviendo al principio.
Cada día es mas difícil alimentarnos, vestirnos, educarnos, transportarnos, perdemos nuestras casas, ahorros, nuestros empleos, nuestra salud y ellos solo pierden la posibilidad de enriquecerse más. Multinacionales reducen personal debido a perdidas, que mas que perdidas es ganancia no lograda, alegan que sus productos no están siendo consumidos sosteniblemente, pregunto: crees tú que ellos compran sus propios productos?; queda claro pues que te despiden porque no estás comprando lo que te pagan por fabricar. Se me hace pues que esta CRISIS MUNDIAL es el resultado de la globalización inescrupulosa sumado al temor de los “dueños del mundo” de padecer lo que nosotros.
Entonces nos es casi obligatorio y por conveniencia (debido a las crisis) creer en la existencia de Dios y esperar Su justicia. Solo espero que esperando no me toque padecer también una CRISIS SOCIAL o una CRISIS DE SALUD, pero me estoy preparando.
Por: Roberto De Los Ríos (Latin Fresh)
wakabino@hotmail.com
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