Que ondas...
Aquí les dejo otra canción para el verano.
Contrario a todos esos artistas que dejan de lado el arte (si es que lo tienen) para esta temporada, mostrándose desesperados y chabacanos tratando de ubicarse en los primeros lugares de preferencia y hacer dinero fácil con canciones estúpidas y sin sentido; esta canción, con humildad y alegría, celebra el verano, la vida costeña y/o caribeña, nuestras costumbres, cultura y recursos.
Todos saben que el soca no es mi especialidad, pero cuando se trata de ponerle palabras, rimas y melodías a una pista, no hay ritmo que me sea imposible y es que todo lo que gira a mí alrededor es música y la música tiene muchos colores y formas.
Como el que tira basura en la calle y dice: ahh que otro venga y lo limpie!, así es el artista que hace música sin sentido. Es muy cierto que el carnaval y en general el verano es un periodo de alegría y parranda y que lo menos que la gente quiere oír son canciones tristes o complicadas, sobre todo si están bajos los efectos del alcohol, pero también es cierto que muchos disque artistas están abusando y sobrepasando los limites y para colmo de males imitando a otros. Música alegre o que invite a la diversión no significa música estúpida.
El espíritu del panameño siempre ha sido alegre y rumbero, eso no es nuevo, la misma alegría y entusiasmo que vivieron nuestros padres con los combos nacionales o que vivimos nosotros mismos con Pedro Altamiranda, los Haitianos, los merengues de antaño y la plena de Nando Boom, Ness y Los Sensacionales, El General y las 4 Potencias, es igual que la alegría de hoy día.
Es un error de estos suponer que lo que hacen es lo que la gente pide o quiere. Los gustos y preferencias de los panameños actualmente han sido afectados rotundamente por estas practicas desesperadas, provocando que la cultura musical panameña este por el piso.
Es un error que un artista piense que la música que hace es el resultado de este cambio cultural, por el contrario, el deterioro de la cultura musical (y junto con ella daños a la sociedad en sí) es el resultado de estas imposiciones musicales.
Es como el que pide u ofrece alguna droga, el final es que aquel que consume la droga esta potencialmente expuesto al vicio y sus complicaciones y el que la proporciona pues o se siente culpable o, como suele ocurrir y como pasa con la música, hace dinero de eso.
Ahora, que no cometan el error de decir o pensar que me expreso así porque los envidio de alguna manera, yo soy el Fresh, aquel artista que muchos de ellos quisieran ser y que gracias a Dios y a su BUENA MUSICA sigue vigente y teniendo éxito. Contrariamente, estoy convencido de que si ellos intentaran hacer buena música (y con esto me refiero a que conquiste muchos mercados en el extranjero y no solo en el Carnaval, las ferias o el PH) pues estarían comiéndose un gran cable pues no tienen la capacidad.
Esto no se trata de dinero sino de defender positivamente el movimiento, algo que no debería corresponderme a mí, considerando que hay artistas activos que son mucho más veteranos que yo y quienes deberían dar el ejemplo y denunciar estas malas prácticas. Pero, digamos que soy uno de los pocos que cuenta con la "inmunidad" necesaria para hacerlo.
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